Discos viejos

miércoles, 28 de enero de 2009

El día del "Polaco"



Roberto Goyeneche nació el 29 de enero de 1926, en el barrio de Saavedra, Buenos Aires, donde vivió hasta su muerte. Cursó la escuela primaria en un instituto de su barrio y, luego de capacitarse como dactilógrafo, consiguió su primer empleo, como secretario de un estudio jurídico. Su madre, María Elena Costa, era fanática de Carlos Gardel, y le transmitió, desde chico, su pasión por el tango; su tío Roberto Goyeneche, era pianista y compuso algunos tangos, como "De mi barrio", "El metejón", "Yo te perdono", "Pompas", que él interpretó años después.


Su apodo, "el Polaco", hace alusión a una referencia cariñosa, por sus ojos azules y pelo rubio, y nació en los viejos cafés de su barrio, prolongándose hasta su muerte. En la adolescencia era asiduo concurrente a un club de Saavedra, El Tábano, por donde desfilaron, en los años 40, las orquestas más conocidas del momento.


Su camino en la música comenzó en 1944, cuando se inscribió y ganó un concurso cuyo primer premio era un contrato como vocalista en la orquesta del violinista Raúl Kaplún, con la que debutó en Radio Belgrano y permaneció en dicho conjunto durante seis años.


En dicho momento, cuando Roberto Goyeneche se inició como cantor, transcurría una de las etapas más prósperas y fértiles en la historia del tango; comenzó su carrera profesional en la dorada década del 40, cuando se destacaban directores de orquesta como Di Sarli, Pugliese, D'Arienzo, Troilo, etc.. En ese período, el cantor era una figura compenetrada con la orquesta, un instrumento más, tan atento como los músicos a los requerimientos rítmicos del baile que se desarrollaba en las pistas de clubes, salones y cabarets.


En 1948 se casó con Luisa, a quien había conocido en las veladas tangueras de El Tábano cuando ella tenía catorce, y él, diecisiete años; tuvieron dos hijos: Roberto y Jorge.


Paralelamente a su desempeño en la orquesta de Kaplún, necesitó otro empleo; primero manejó un taxi y luego un colectivo. Una madrugada de 1951, mientras conducía un coche de la línea 219, cantando "Mano a mano", fue escuchado por el representante artístico de Horacio Salgán, quien lo recomendó para hacer una prueba, en la orquesta de dicho pianista, que estaba considerada como una de las más inspiradas y, a la vez, resistidas de la época. Luego de escucharlo cantar, Salgán lo contrató de inmediato y debutó en su orquesta, la misma noche de aquel primer encuentro, ejerciendo una innegable gravitación en el desarrollo del estilo del cantor. En esta agrupación fundamental, compartió como vocalista de la orquesta, con Alfredo "el Paya" Díaz, quien también influyó decisivamente en Goyeneche -ya que aquel era un intérprete experimentado- y fue él quien lo rebautizó, esta vez en la faz artística, con el sobrenombre de "Polaco".


Goyeneche dejó la orquesta de Salgán como un intérprete consumado, y en el año 1956 fue convocado por Aníbal Troilo, para integrar su orquesta; transcurrió en esta agrupación, siete años, que fueron fundamentales para su consagración definitiva. Fue el mismo Troilo quien lo alentó a lanzarse como solista, y la relación entre ambos se mantuvo mucho más allá del período que Goyeneche pasó en su conjunto, prolongándose a través de sucesivos reencuentros, y en la frecuentación del repertorio de su orquesta y en la estrecha sociedad con sus músicos, ya que grabó muchos temas con ellos.


En los años 60, y con la experiencia adquirida en las orquestas de Salgán y Troilo, comenzó la carrera de Goyeneche como solista, elaborando sus propias reglas en el canto, y construyendo un estilo que no reconoció herencias ni dejó herederos.


Grabó numerosos discos, acompañado por las orquestas de Francini - Pontier, Baffa -Berlingieri, Cabarcos, Stazo - Cupo -Monteleone, Requena, Grela, la Orquesta Típica Porteña, Roberto Pansera, Osvaldo Pugliese, Atilio Stampone, el Sexteto Tango y Astor Piazzolla, entre otras; amplió su repertorio e interpretó tangos que, con el tiempo, se constituyeron en clásicos, como "Che, bandoneón", "María" y "Garúa"; actuó frecuentemente en "El Viejo Almacén" y en "Caño 14", junto al cuarteto de Héctor Stamponi.


En 1984 participó del espectáculo "Tango Argentino", que se presentó en múltiples escenarios americanos y europeos. También, en esos años, actuó en las películas "El exilio de Gardel" y "Sur", dirigidas por Fernando "Pino" Solanas.


Roberto Goyeneche falleció en agosto de 1994, en Buenos Aires, víctima de transtornos hepáticos y respiratorios. Para muchos, con él murió el último mito viviente del tango popular argentino.


Desde una perspectiva histórica, es necesario valorar a Goyeneche como uno de los contados cantantes que consiguió escapar de la influencia gardeliana, quizás, precisamente, por su gran admiración por Gardel.


Son muchos quienes sostienen que cuando se escucha un tango cantado por "el Polaco", se siente vivir la música de Buenos Aires, con ese fraseo "casi bandoneonístico" -como lo describió Horacio Ferrer-, con esa forma tan particular de cantar "hasta los puntos y las comas" -como certeramente lo definiera Aníbal Troilo-. La esencia de su canto estaba en los tiempos, en los espacios y en el sentimiento. Fue un fabricante de climas y atmósferas, que le daba el significado justo y vida a cada palabra de los temas que interpretaba, haciéndolo con toda la pasión, la tristeza, la nostalgia y la melancolía que el tango transmite. Se decía que así lograba "entablar un pacto de complicidad con el público".


Fue un artista excepcional, que creó un estilo y un acento diferente con su intensa voz de barítono; emitía, cantando, los sentimientos de su amada ciudad, con sus cortes y sus titubeos.


Fuentes: "Tango de Colección" (Clarín), Vol. 1; "Grandes del Tango", Revista Pronto.


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