Discos viejos

martes, 27 de enero de 2009

Yira, Yira.

Este tango fue incluído en dos películas. En la primera de ellas resulta sumamente interesante un diálogo, previo a la canción, mantenido entre Carlos Gardel y su autor, Enrique Santos Discépolo, en relación al contenido de la letra. Consistió en un cortometraje que fue una de las primeras filmaciones argentinas con sonido incorporado, rodada por Eduardo Morera, para los estudios de Federico Valle, en 1930, y se estrenó como "variedad sonora" el 3 de mayo de 1931 en el Cine Astral. El diálogo es el siguiente:

Gardel: "-Decime, Enrique....¿Qué has querido hacer con el tango 'Yira, yira'?"

Discépolo: "-Una canción de soledad y desesperanza...."

Gardel: "-¡Hombre!, así lo he comprendido yo."

Discépolo: " -Por eso es que lo cantás de una manera admirable."

Gardel: "-Pero, el personaje es un hombre bueno, ¿verdad?"

Discépolo: "-Sí; es un hombre que ha vivido la bella esperanza de la fraternidad durante cuarenta años. Y, de pronto, un día, a los cuarenta años se desayuna con que los hombres son unas fieras."

Discépolo relató, en una audición de LR3 -Radio Belgrano- emitida el 2 de octubre de 1947, que "Yira....Yira.... surgió tal vez como el más espontáneo, como el más mío de los tangos, aunque durante tres años me estuvo dando vueltas. Porque está inspirado en un momento de mi vida. Venía, en 1927, de una gira en la que nos había ido muy mal. Y después de trabajos, fatigas, luchas y contratiempos, regresaba a Buenos Aires sin un centavo. Me fui a vivir con mi hermano Armando a una casita de la calle Laguna. Allí surgió Yira,Yira, en medio de las dificultades diarias, de la injusticia, del esfuerzo que no rinde, de la sensación de que se nublan todos los horizontes, de que están cerrados todos los caminos. Pero en ese momento el tango no salió. No se produce en medio de un gran dolor, sino con el recuerdo de ese dolor."

Yira, Yira fue estrenado en la revista "¿Qué hacemos con el estadio?" en el Teatro Sarmiento de la ciudad de Buenos Aires, cantado por Sofía Bozán.

Constituyó (y sigue siéndolo) uno de los mayores éxitos de Discépolo.


Fuentes: "Las mejores letras de tango" de Héctor Angel Benedetti y "El diario del tango", editado por Revista Noticias, N° 25.






Cuando la suerte qu'es grela

fayando y fayando

te largue parao;

cuando estés bien en la vía,

sin rumbo, desesperao;

cuando no tengas ni fé,

ni yerba de ayer

secándose al sol;

cuando rajés los tamangos

buscando ese mango

que te haga morfar....

¡la indiferencia del mundo

-que es sordo y es mudo-

recién sentirás!


Verás que todo es mentira,

verás que nada es amor,

que al mundo nada le importa....

¡Yira!....¡Yira!....

Aunque te quiebre la vida,

aunque te muerda un dolor,

no esperes nunca una ayuda,

ni una mano ni un favor.


Cuando estén secas las pilas

de todos los timbres que vos apretás,

buscando un pecho fraterno

para morir abrazao....

Cuando te dejen tirao,

después de cinchar

lo mismo que a mí.

Cuando manyés que a tu lao

se prueban la ropa

que vas a dejar....

¡Te acordarás de este otario

que un día, cansao,

se puso a ladrar!....


Letra y música: Enrique Santos Discépolo.


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