Discos viejos

lunes, 12 de enero de 2009

Leopoldo Federico

Leopoldo Federico nació el 12 de enero de 1927, en Buenos Aires. Es bandoneonista, director, arreglador y compositor. Entre niño y adolescente comenzó a estudiar el bandoneón; aprendió armonía con el profesor Felix Lipesker y con el reconocido bandoneonista Carlos Marcucci.
Debutó en 1944, cuando contaba con diecisiete años de edad, como bandoneonista, en la orquesta de Adamo-Flores, en el escenario del legendario "Tabarís". A partir de allí, fue requerido por las principales formaciones musicales de aquellos años, participando en las orquestas de Alfredo Gobbi, Emilio Balcarse, Osmar Maderna, Juan Carlos Cobián, Víctor D´Armario, Miguel Caló, Héctor Stamponi y Mariano Mores.
En 1953, luego de separase de la orquesta de Horacio Salgán, formó su propia agrupación junto al pianista Atilio Stampone.
Con menos de treinta años, afrontó nuevos desafíos.En 1955 fue convocado por Astor Piazzolla para reemplazar a Roberto Pansera en uno de los conjuntos mas revolucionarios de la historia del tango: el Octeto Buenos Aires, con el que dejó versiones antologicas junto al creador de Adios Nonino.
Hacia fines de la década de 1950 comenzó a grabar con su propia orquesta, y su destino grandioso lo vinculó con el cantor que sería el más grande éxito de la historia del tango reciente: Julio Sosa, a quien acompañó con su orquesta hasta la trágica muerte de Sosa en un accidente automovilistico, en 1964.
Tras ello, decidió formar parte del Cuarteto San Telmo. Tiempo después, formó un dúo con el guitarrista del cuarteto, Roberto Grela, y luego al sumarse Osvaldo Berlingieri, armaron un trío.
Durante su trayectoria como artista, realizó giras por Japón y Europa. Tocó a cuatro bandoneones con Piazzolla, Antonio Ríos y Rodolfo Mederos.

Su obra autoral es magnífica: "Danzarín", "El Marne", "Decarísimo", "Taconeando", "De vuelta al bulín", "Amurado", "Bandola zurdo" o "Capricho otoñal", "Cabulero" (que Piazzolla rebautizó "Neotango"), "Sentimental y canyengue" (grabado por las orquestas de Horacio Salgán y Osvaldo Pugliese), "Pájaro cantor", "Retrato de Julio Ahumada", "Milonguero de hoy", "A Héctor María Artola", "Minguito Tinguitella" (con Roberto Grela), "El Polaco", "Preludio nochero", "Alma de tango", "Siempre Buenos Aires", "Diagonal gris", "Cautivante", "Lo que no me hablaron de vos", "Calentísima", entre otros.

Respecto a su extensa y rica trayectoria, cabe mencionar que Leopoldo Federico ha hecho infinidad de giras con su orquesta y participó de una de las formaciones del mítico Quinteto Real, con Horacio Salgán.
Su vida y su carrera tentaron al director argentino Cristian Pauls, que en el año 2002 realizó el documental "Por la vuelta", basado en la cotidianeidad del bandoneonista, recorriendo viejas fotografías, partituras y libros ajados,para armar una trayectoria imbricada con el tango, aunque sin apelar a la nostalgia ni caer en el sentimentalismo. El relato se centró en el año 1997, cuando el Maestro padeció una grave enfermedad, y avanza y retrocede en busca de nombres y arpegios, que resumen una parte grande de nuestra música ciudadana.

Su intensa labor como orquestador y arreglador se ve reflejada en centenares de grabaciones junto a los cantantes más prestigiosos como Héctor Mauré, Alberto Podestá, Gloria Díaz, Edmundo Rivero, etc. Como compositor, cuenta con numerosas obras instrumentales. Se ha presentado en importantes programas en todos los canales de televisión del país. Sus grabaciones están editadas en las siguientes compañías: Music Hall, Sony Music, BMG y Polygram.

A fines de 2005, el talentoso Gustavo Santaolalla le dio vida a un proyecto llamado ‘Café de los Maestros’, para el cual fue convocado, entre otros grandes del tango. En abril de 2006, el álbum ‘Café de los Maestros’ recibió el premio al ‘Mejor Álbum Grupo u Orquesta de Tango’ y fue elegido como la ‘Producción del Año’ en la entrega de ‘Premios Gardel a la Música 2006’.

La maestría de Leopoldo Federico es única dentro de los bandoneonistas vivos de la historia del tango. Sintetiza en su trayectoria artística casi todas la corrientes tradicionales y evolucionistas de este género. Su fraseo, su manera de interpretar, conmueven más allá de su consagrado virtuosismo con el instrumento. El Maestro ha alcanzado cumbres interpretativas como pocos. Es sinónimo del mejor y más evolucionado tango, que nunca olvida las raíces. Como intérprete, puede ser considerado por estos días, como uno de los grandes maestros de la historia del tango.
A los 82 años, Leopoldo Federico es una figura entrañable de la música de Buenos Aires. Continúa presentándose con su orquesta, en la que se desempeñan como solistas tanto cantantes consagrados como jóvenes y nuevos talentos del tango. Se desempeña, además, como presidente de la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI), en el período 2008-2012.




Orquesta del maestro Leopoldo Federico en el Obelisco (Buenos Aires), el 31/12/2008, interpretando "Sueño de tango".


Fuentes: www.elportaldeltango.com; www.lastfm.es; "Oportuno retrato de Leopoldo" (Adolfo C. Martínez, publicada en la sección de Noticias de Espectáculos del Diario La Nación (Argentina), el Jueves 5 de junio de 2003; http://www.aadi.org.ar/.

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